¿Qué es la microbiota intestinal y cómo cuidarla?

¿Qué es la microbiota intestinal y cómo cuidarla?

¿Qué es la microbiota intestinal y cómo cuidarla?

Cada vez es más común escuchar sobre la salud digestiva y la microbiota intestinal. Ésta última es tan importante para la salud pues aprovecha nutrientes como la fibra para producir otras sustancias que ayudan a que enfermemos menos, fortalece al sistema inmune, nos defiende a nivel intestinal de patógenos e influyen en cómo responder frente a infecciones. Una microbiota equilibrada influye en la producción de vitaminas y hormonas importantes para nosotros, como la Vitamina K (coagulación) y la serotonina (hormona de la felicidad), indispensable para nuestra salud mental.

Microbiota se refiere a un conjunto de microorganismos (bacterias, arqueas, virus, hongos, etcétera) que están en un lugar específico del cuerpo. Hay microbiota en la piel, la boca, los pulmones y en el tracto digestivo, mayoritariamente en el colon.

La microbiota intestinal está compuesta por trillones de microorganismos, de hecho, hay mayor número de microorganismos en el intestino que número de células en el cuerpo. Cada persona tiene su propia microbiota, similar a lo que sucede con las huellas dactilares. No existe la microbiota perfecta o la ideal, lo que sí se reconoce es que la co-abundancia y la diversidad de diferentes microorganismos es lo que la hace resiliente.

El desarrollo de nuestra microbiota viene desde el útero y se establece aproximadamente desde los 3 años de edad, ya que entra en contacto con factores que la modulan de manera determinante. Tal es el caso de la salud de la mamá durante el embarazo, la vía de nacimiento, lactancia materna, la primera toma de antibióticos, la manera de introducir a los alimentos sólidos, el contacto con mascotas, así como el ambiente externo. La microbiota va cambiando a lo largo de la vida. En la mayoría de edad se presenta una disminución en la abundancia de bacterias, razón por la cual nos volvemos más sensibles a padecimientos gástricos o intestinales.

Dado que hay múltiples factores pueden hacer que la microbiota se desequilibre, se reconoce que la alimentación, el ejercicio al aire libre y el manejo adecuado de estrés son clave para mantenerla sana.

Un consumo adecuado y variado de fibra, al menos de 25 a 30 gramos al día, se relaciona directamente con una microbiota más sana y disminuye el riesgo de diabetes u obesidad.

Se recomienda que al menos la mitad de la alimentación sea basada en plantas como leguminosas, frutas, verduras, semillas y cereales de grano entero. Algunos ejemplos ricos en fibra son: chía, frijoles, lentejas, papaya, piña, kiwi y cereales listos para comerse. Algunos son Kellogg´s® All-Bran® Original o Kellogg´s® Krunchers®*.

All Bran® Original aporta entre 11 y 12 gramos de fibra por porción de 40g, mientras que los cereales Krunchers®* aportan 6.6 a 6.9 gramos de fibra por porción de 30 gramos.

Sigue #EntiendeTuMicrobiota en Instagram, consume suficiente fibra a través de una variedad de alimentos que la contenga y… ¡no te estreses! Cambios pequeños pero constantes en tu estilo de vida te ayudarán a sentirte bien y de buenas.

*Producto solo para México

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