Kellogg impulsa la producción sustentable de maíz amarillo
En el marco del Día Nacional del Maíz, Kellogg apuesta por la producción de maíz amarillo de forma sustentable
En septiembre celebramos el Día Nacional del Maíz, una fecha que surge inspirada en los festejos que muchas familias campesinas mexicanas realizan en sus milpas para cosechar los primeros elotes cada 29 de septiembre, esta conmemoración la impulsaron más de 300 comunidades campesinas e indígenas, productores y productoras de maíz de pequeña y mediana escala, organizaciones académicas, ambientalistas, de consumo, cooperativas y defensoras de derechos humanos.
Conmemorar al maíz implica reflexionar sobre su producción, sus productores, su pasado histórico y también sobre su futuro, particularmente en un contexto donde el cambio climático y los conflictos reescriben a cada momento el rumbo del mercado internacional del maíz y de los escenarios de la seguridad alimentaria.
En promedio, cada mexicano consume 136 kilogramos de maíz al año, lo que posiciona al país como el mayor consumidor del grano para la alimentación humana. México produce cada año un promedio de 27.3 millones de toneladas de maíz, pero también importa un promedio de 16.8 millones de toneladas del cereal. El impacto social y económico de estas diferencias en la producción de maíz se magnifican cuando los precios mundiales de los fertilizantes se han duplicado producto del conflicto Rusia – Ucrania, por lo que Kellogg apuesta por una agricultura de conservación con la cual los productores mexicanos puedan disminuir costos y aumentar la producción de maíz amarillo.

¿Qué beneficios han encontrado los productores?
A través de programas como el Apoyo al Abastecimiento Responsable, los productores involucrados afirman que una de las bondades de la producción sustentable es que les permite aprovechar las escasas lluvias de la temporada y poder sembrar el maíz sin riego de asiento, el cual significa alrededor del 30% del total del agua. Así, gracias a esta práctica sustentable con la que se ahorra agua, los productores pueden sembrar maíz amarillo con el volumen asignado por el módulo de riego. Otro de los beneficios es mayor infiltración y cantidad de agua disponible para los cultivos y menor evaporación del agua de los suelos.
Como parte de las prácticas para cuidar el maíz se realiza la rotación de cultivos, que consta en la siembra sucesiva de diferentes cultivos en un mismo campo, con esto se reduce la aparición de plagas y enfermedades, se distribuyen de manera adecuada los nutrientes en el perfil del suelo y permite balancear la producción de residuos. Adicionales a estos beneficios, los productores han disminuido sus costos de producción, llegando a oscilar entre 3 mil y 4 mil pesos por hectárea, haciendo una mínima remoción del suelo y favoreciendo la fertilidad del mismo.

Con estas iniciativas que plantea Kellogg en conjunto con CIMMYT desde 2017, se espera que en dos años se hayan obtenido 190.000 toneladas de maíz amarillo de forma sustentable y con ello satisfacer la demanda regional de este insumo, con mejores prácticas agrícolas y trabajo para más de 400 agricultores mexicanos. A través del programa de Apoyo al Abastecimiento responsable se continúa impulsando a la industria semillera nacional, identificando variedades de maíz amarillo que duplican los actuales rendimientos, contribuyendo a la producción nacional del mismo y poco a poco, a una menor dependencia de las importaciones.
Kellogg está comprometido con el cuidado del campo, ayudando a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la reducción del uso de agua para el riego de los suelos y mayor eficiencia en el uso de fertilizantes, apostando por una producción sustentable de maíz amarillo en todo el país.
¡Feliz Día Nacional del Maíz!