Dale su lugar al desayuno balanceado
Dale su lugar al desayuno
Desde el momento en que despertamos y hasta que ingerimos los primeros alimentos del día se dan condiciones peculiares en el organismo. Como su nombre lo indica, el desayuno es la comida con la cual se rompe el ayuno.
Más que sólo un alimento, el desayuno es un trampolín a un día de posibilidades. Al disfrutar de un desayuno balanceado cada día, obtenemos la energía que necesitamos para sacarle mayor provecho a cada mañana.
El desayuno también es esencial para proveernos de muchas vitaminas y minerales valiosos. De hecho, en un estudio que se realizó en Estados Unidos con 467 niños que van a la escuela se encontró una mayor ingestión de vitaminas A y E, hierro y vitaminas B en aquellos que desayunaban en comparación con aquellos que se saltaban está comida. Para el 16% de los niños del estudio que se saltaban el desayuno, era más difícil de alcanzar las 2/3 de la ingestión diaria recomendada de vitaminas y minerales.1
No solamente los que desayunan obtienen más nutrimentos, también ingieren menos calorías, menos grasa y menos colesterol que aquellos que no desayunan.2 Además, los adultos que regularmente desayunan tienden a tener pesos más saludables y son físicamente más activos que aquellos que se saltan esa comida. 3,4,5,6
Se han hecho estudios sobre el desayuno tanto desde el punto de vista nutricional como desde perspectivas socioeconómicas y antropológicas. Sabemos que los hábitos de consumo y la composición del desayuno varían con la edad, el género, las costumbres locales y el nivel socioeconómico, entre otros. Por ejemplo, se sabe que los hijos de padres y madres que acostumbran desayunar tienen más probabilidades de incluir al desayuno entre sus comidas diarias; esto ocurre aun cuando los hijos hayan abandonado el hogar paterno-materno. Por otro lado, se sabe que hay personas que desayunan diariamente pero que reducen la frecuencia del desayuno después de la adolescencia y vuelven a incrementarla cuando tienen hijos y en la madurez7,8. Una observación por demás interesante es que el consumo frecuente del desayuno está relacionado con una mejor calidad de vida, ya que quienes desayunan también tienen otros hábitos positivos como realizar mayor actividad física y en general un estilo de vida más saludable cuando se comparan con quienes no desayunan.9
Aun cuando se reconoce la importancia del desayuno entre los profesionales de la salud y los círculos académicos, en países desarrollados como Estados Unidos y Australia, ha disminuido el número de personas que lo consumen. El 25% de las personas encuestadas en estos países desayunan menos de 3 días durante la semana 10, 11. Esto podría explicarse simplemente por el cambio de hábitos alimenticios en respuesta al estrés y la limitada disponibilidad de tiempo que caracteriza la vida en el mundo moderno12.
Finalmente, el desayuno es un componente esencial de una alimentación completa, variada, equilibrada y adecuada. De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 043 SSA Para la Promoción y Educación Para la Salud en Materia Alimentaria, el desayuno, así como el resto de las comidas del día debe contener al menos un alimento de cada grupo del “Plato del Bien Comer” (Figura I).

El Plato del Bien Comer, Norma Oficial Mexican 043 SSA. Para la promoción y Educación Para la Salud en Materia Alimentaria. (13)
1. Nicklas TA, Bao W, Webber LS, Berenson GS. Breakfast consumption affects adequacy of total daily intake in children. J Am Diet Assoc. 1993.;93(8):886-891. 2003;22:296-302.
2. Timlin MT, Pereira MA. Breakfast frequency and quality in the etiology of adult obesity and chronic diseases. Nutr Rev. 2007;65:268-281.
3. Preziosi P, Galan P, Deheeger M, Yacoub N, Drewnowski A, Hercberg S. Breakfast type, daily nutrient intakes and vitamin and mineral status of French children, adolescents and adults. J Am Coll Nur. 1999;18:171-78.
4. Cho S, Dietrich M, Brown CJ, Clark CA, Block G. The effect of breakfast type on total daily energy intake and Body Mass Index: Results from the Third National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES III). J Am Coll Nutr. 2003;22:296-302.
5. Keski-Rahkonen A, Kaprio J, Rissanen A, Virkkunen M, Rose RJ. Breakfast skipping and health-compromising behaviors in adolescents and adults. Eur J Clin Nutr. 2003;57:842-53.
6. Based on Nielsen Scantrack FDMx national average price per pound for cereal and milk 26 weeks ending January 8, 2011.
7. Rampersaud, G.C., Pereira, M.A., Girard, B.L., Adams, J. and Metazal, J.D. (2005) Breakfast habits, Nutritional Status, Body Weight, and Academic Performance in Children and Adolescents. Journal of the American Dietetic Association. 105: 743-760.
8. Ruxton C. H. S; Kirk T.R (1997); Breakfast: a review of associations with measures of dietary intake, physiology and biochemistry; British Journal of Nutrition; 78: 199- 213.
9. Albertson AM, Thompson D, Franko DL, Kleinman RE, Barton BA, Crockett SJ. (2008); Consumption of breakfast cereal isassociated with positive health outcomes: evidence from the National Heart, Lung, and Blood Institute Growth and Health Study; Nutrition Research; 28: 744- 752.
10. Norma Oficial Mexicana NOM-043-SSA2-2005, Servicios básicos de salud. Promoción y educación para la salud en material alimentaria. Criterios para brindar orientación.
11. Williams P. Breakfast and the diets of Australian adults: an analysis of data from the 1995 National Nutrition Survey. Int J Food Sc and Nutr. 2005;56(1):65-79.
12. Haines P, Guilkey D, Popkin B (1996); Trends in breakfast consumption in US Adults between 1965 and 1991; Journal American Dietetic Association; 96: 464- 470.
13. Marangoni F, Poli A, Agostoni C, Di Pietro P, Cricelli C, Brignoli O, Fatati G, Giovannini M, Riva E, Marelli G, Porrini M, Rotella CM, Mele G, Iughetti L10, Paoletti R (2009).; A consensos document on the role of breakfast in the attainment and maintenance of Elath and wellness; Acta Biomed; 80: 166-171.